Te amo desde el borde de los cielos, desde donde te observo y no logro alcanzarte.
Trato de seguir tu ruta y no puedo llegar hacia ti.
Quisiera que comprendas este dolor que ahonda mi ser, mientras tantos recuerdos en este momento invaden mis instantes.
Yo aquí entre nuestras fotografías te espero, entre lágrimas que te extrañan como a la misma felicidad que hemos tenido.
Aquí te espero, para vivir, en medio de sonrisas:
Te espero para sentarnos en cualquier banco frente al río y así adorar al sol que siempre nos iluminó. Te espero entre poesías que te anhela.
Te espero con mi sinceridad de siempre, con un amor más grande que nunca
Vuelve hacia mi cuerpo ahora vacío, que te reclama a gritos desde cualquier estrella de una noche fría como la de hoy
Me has enseñado fielmente a amar, pero no me has enseñado a estar lejos de ti.
Te espero en cualquier momento despreocupado de los instantes más anhelados.
Aquí estará mi alma enamorada esperando que la puerta se vuelva a abrir

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