Anochece y termina esta melodía 
que un día comenzó, espero la noche entre las agujas de un reloj. 
Anochece y miles de luces veo encenderse, 
parecen de fuego y están vivas, mi rostro en penumbras 
se ilumina de a momentos con ella y en mis ojos un fuego perdido reaparece
Es de noche escribo esta carta de amor que se une a otra escrita en un 
brumoso amanecer y así pasa el tiempo de la noche al día,  del día a la noche 
Tus palabras me cogieron de sorpresa,  sabía que me recordarías 
y que por las noches mi imagen  poblaría tu mente. 
Lo que hay entre nosotros no se olvida fácilmente 
Porque ni tú, ni el destino pueden borrar el camino andado 
Los dos nos hemos entregado a este bello sentimiento 
Tu adiós no es para siempre. 
Siempre supe que te necesité  y me necesitabas
Mira las luces desde lejos,  te avisan que ya va cayendo la noche

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